Wiki Assassin's Creed Fanon
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422px-Vista de Caracas en 1839

Caracas, Ilustración hecha por Joseph Thomas.

En una fría mañana de octubre, con mínimos pero fuertes vientos madrugadores y gaviotas sobrevolando las costas del muelle de Caracas, es el día 23 de Octubre de 1805, y la nave nombrada por los mismos marineros “La Imparable” llega a las costas presentando interesantes cargamentos de lino, lana, trigo, tintes, ropas, entre otros artículos de importación, un joven de estatura media de pelo corto y con unos curiosos ropajes verdes cuya apariencia se asemeja mucho a la de un soldado hessiano del ejercito continental americano con unos cuantos retoques elegantes y un gorro que posee el símbolo de la orden de los asesinos, baja del barco y con un profundo pero breve suspiro siente el aire fresco y el olor a pescado de algunos mercaderes cercanos.

Otro hombre un poco más robusto de pelo largo y con un atuendo de noble con una armadura de cuero con finos detalles grabados con acero y una curiosa y amenazante capucha se acerca al joven y ambos entablan una conversación.

·         Nuntius: Es un placer conocerlo en persona maestro Timbay, me llamo Nuntius Falcon y he sido enviado por nuestros hermanos en Inglaterra. –dice el joven mientras extiende su brazo saludando a hombre-

·         Benjamín: Descuida muchacho, puedes llamarme simplemente Benjamín o Ben. –extiende su mano al igual que Nuntius aceptando el saludo- Sera mejor que te mantenga al tanto de nuestra situación actual, ven sígueme te lo contare todo mientras paseamos.

Ambos empiezan a caminar alrededor de los muelles mientras presencian a los soldados españoles sometiendo a varias personas pobres por la calle.

·         Benjamín: Los templarios de aquí tienen poca influencia por ahora, o al menos eso queremos creer, tenemos entendido que tienen hombres en ambos bandos, los rebeldes y los españoles. Como aun no son una amenaza importante nos concentramos únicamente en los españoles que someten a los civiles y los toman como esclavos.

·         Nuntius: ¿Estás diciendo que esperaremos a que los templarios sean fuertes para luchar contra ellos?, lo siento pero si no me equivoco se supone que nuestros enemigos principales son los templarios.

·         Benjamín: Así es, pero el objetivo de los asesinos es darle libertad a todas las personas que se la merezcan, el libre albedrio.

·         Nuntius: Entiendo…

CF-1

Después de la corta caminata Nuntius y Benjamín llegan a un callejón donde son acorralados por unos cuantos soldados españoles contra quienes luchan,  Benjamín al ver que Nuntius carece de espada o cualquier otra arma a parte de la hoja oculta, desenfunda sus dos espadas y le presta una a Nuntius para que pudiera defenderse. Y tras el choque de espadas y mosquetes Nuntius y Benjamín salen victoriosos del combate. Nuntius se encuentra un poco cansado y empieza a respirar de manera rápida haciendo más claro su cansancio ante Benjamín.

·         Benjamín: ¿Qué sucede chico, ya estás cansado?

·         Nuntius: Un poco la verdad. –tanto Nuntius como Benjamín se ríen un poco antes de reponerse y continuar su camino nuevamente-

·         Benjamín: Esta pregunta se la hago a todos mis reclutas, ¿te apetece responderla?

·         Nuntius: Claro.

·         Benjamín: ¿Por qué te has unido a esta lucha? –en este entonces Nuntius permanece un corto periodo de tiempo en silencio, pensando una respuesta para la pregunta de Benjamín-

·         Nuntius: Esta guerra entre templarios y asesinos se ha cobrado demasiadas vidas inocentes, es por eso que yo ofrezco la mía voluntariamente.

·         Benjamín: Responsabilidad, honor y un poco de sed de venganza. En días como estos que los asesinos tengan esos fundamentos como motivación es algol muy común.

·         Nuntius: Supongo que no se puede pensar mucho en una motivación, en especial cuando te ves metido en un conflicto que desconoces.

·         Benjamín: Es eso te doy toda razón. –ambos se detienen en frente de un carruaje al cual ambos suben-

El resto del viaje lo pasan en el carruaje personal de Benjamín, durante el transcurso pueden presenciar algunas revueltas de ciudadanos contra los españoles. El sol desciende y el aire fresco que hubo por la mañana se convierte en un fulminante calor por la tarde, Nuntius al ya estar acostumbrado al clima de Inglaterra se siente un poco sofocado, aunque fácilmente lo disimula delante de Benjamín. Y al finalizar el viaje en carruaje, el fin del trayecto los conduce a una pequeña granja con varias grietas alrededor de sus paredes y estructuras, sin duda es un milagro que siga en pie.

·         Benjamín: Bienvenido a tu nuevo hogar la Hacienda Nueva Esperanza, el cuartel general de los asesinos en estas tierras.

·         Nuntius: No es por ofender ni nada, pero ¿esta hacienda no se encuentra en un estado un poco deplorable? –apenas terminar la frase una de las paredes de los establos se viene abajo-

·         Benjamín: Puede que tengas razón, pero apenas nos estamos estableciendo, ya después tendremos una gran mansión y una buena cantidad de valientes hombres y mujeres con ansias de luchar por la libertad.

·         Nuntius: ¿Y hablando de reclutas, cuantos somos ya?

·         Benjamín: Contigo somos. –permanece pensando durante un momento- cuatro en  total, aunque los otros dos son tan solo aliados, por lo tanto los únicos que pertenecen a la orden como tal somos tu y yo.

·         Nuntius: ¿Eso significa que tenemos mucho trabajo que hacer no es así?

·         Benjamín: Me temo que sí, vamos a entrar a la casa para empezar a trazar un plan. –dice mientras se dirigen a la puerta de la casa-

Benjamín abre la puerta de la casa y su interior es igual de lamentable que su exterior, aunque de cierta forma Nuntius ya se lo esperaba. Se pueden presenciar las mismas grietas y aberturas que se vieron por fuera y la pintura de las paredes ya se encuentra descolorida, ambos suben por las escaleras hasta el segundo piso y entran a una habitación en particular la cual tiene varias estanterías vacías y un escritorio con algunos papeles y cartas.

·         Benjamín: Esta es o al menos me gustaría que fuera la sala administrativa, una hacienda necesita ser administrada bien si se quiere obtener beneficios de la misma, además de que aquí se dejaran los correos de nuestros hermanos y aliados de todo el mundo. –Nuntius toma una carta del escritorio y la lee-

·         Nuntius: “Señor Timbay, el establecimiento que me pidió ya está siendo evaluado y pronto empezaran las negociaciones por el mismo, espero que la Hacienda pueda ser el lugar apropiado para establecer la nueva hermandad, confió en que no me vas a defraudar.  Tu hermano y mentor, Connor Kenway”. ¿Esta carta pertenece al mismísimo Connor Kenway?

·         Benjamín: Así es, el mentor de los asesinos coloniales, o estadounidenses como tú prefieras. Fue él y el maestro Zenger quienes me entrenaron. Ansió ser poder llegar tan lejos como el algún día.

·         Nuntius: Pues si es así, entonces será mejor que nos preparemos. ¿Cuál es nuestro primer objetivo?

·         Benjamín: Ahora mismo necesitamos montar una red de espías alrededor de todas las provincias para mantenernos informados sobre las actividades de los templarios, reformar la hacienda para obtener ganancias de la misma y hablar con nuestro aliado Jasón Álvarez sobre la contratación de mercenarios. Después de eso podremos empezar a dar caza a nuestros objetivos.

·         Nuntius: Muy bien, yo me encargare de hablar con Álvarez, usted debería encargarse de montar nuestra red de espías, la hacienda entera por ahora no se ha venido abajo así que poco a poco invertiremos dinero para restaurarla.

·         Benjamín: Piensas rápido muchacho, ya sé por qué te enviaron a ti. Dirigete al sur a tres millas de aquí, encontraras un campamento custodiado por una buena tunda de mercenarios, diles que te envió yo. –dice mientras ambos salen por la puerta trasera-

Ambos asesinos se dirigen a los establos y se suben a los caballos, cada uno toma un camino distinto, Nuntius al sur a los campos y Benjamín al norte a la ciudad. Ninguno se preocupa por las actividades de los templarios por que estos no han actuado, un error sin duda ya que los Templarios ya habían movido fichas antes de que empezara el juego…

El mundo entero se empieza a disolver dejando únicamente una pantalla en blanco que rápidamente se tornaría negro, dejando de por medio un mensaje que aparentemente esta encriptado.

Fhwrgb:
Puevfgvna Qbzvar.
Frphrapvn qr Zrzbevnf A°1 Svanyvmnqn
Svanyvmnaqb Frfvba...
Reebe ny Svanyvmne Frfvba. 
Rfpnarb qr Ivehf ra Phefb...
¡REHQVGB QRGRPGNQB!

Una extraña voz se escucha de fondo con un tono preocupante y al mismo tiempo desesperado.

·         Voz Misteriosa: ¡Joder, no me vengas con esto otra vez!, deberían meterle un parche a esta cosa para evitarme el trabajo de desencriptamiento. Vale ya está.

El mensaje antes encriptado ahora es leíble.

Sujeto:
Christian Domine.
Secuencia de Memorias N°1 Finalizada
Finalizando Sesión...
Error al Finalizar Sesión. 
Escaneo de Virus en Curso...
¡ERUDITO DETECTADO!
Forzando Cerrado de Sesión…

Poco a poco, tras varios parpadeos de un apaciguado sueño, un joven chico de no más de 20 años se despierta levantándose de un extraño dispositivo, a su alrededor tiene varias máquinas y escritorios, una mezcla entre oficina y laboratorio. Un sujeto se postra ante de chico y le habla.

·         Félix: ¿Hola, estas vivo? Mi nombre es Félix, soy un empleado de aquí y me han encargado tu cuidado. –dice mientras toma una carpeta del escritorio- ¿Te llamas Christian Domine no?

·         Christian: Si… me duele mucho la cabeza, ¿Dónde estoy?

·         Félix: Dolores de cabeza y amnesia, ¿esta debe ser tu primera vez dentro del Animus no es así?, no se para que pregunto si ni siquiera sabes por qué estás aquí… Veras estas en Abstergo Entertainment, has sido seleccionado entre un cierto número de personas para participar en nuestro proyecto “Chrono Fates”. ¿Recuerdas algo ahora?

·         Christian: Si, así es. Vine aquí en busca de trabajo, me metieron en esta oficina me dijeron que me acostara en el animus y de allí ni idea. Estuve en un lugar bien raro.

·         Félix: Venezuela, para ser exactos. Estas reviviendo los recuerdos de uno de tus antepasados, ahora mismo has progresado bastante ya finalizaste la primera secuencia.

·         Christian: ¿Y cuantas son?

·         Félix: Depende, se supone que debemos encontrar algo en particular pero como aún sigo en la parte baja de la jerarquía no me han querido decir nada… -Christian se levanta del Animus-

·         Christian: Entonces… ¿me darías un tour a través de Abstergo?

·         Félix: Por supuesto, pero primero terminemos con la segunda secuencia ¿te parece?

Christian asiente con la cabeza y se recuesta nuevamente dentro del animus para continuar con los recuerdos de su antepasado. 

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